Para mi, un cristiano que paso de ser superficial a infiel este pasaje bíblico solo era una historia más. Pero hoy puedo sentir en mis entrañas (por decirlo así), el clamor que hace la palabra, ese llanto silencioso que es como un pequeño ruido que resuena en un pozo hondo, repitiendo una y otra vez....que no puedes ignorar.
No podemos dejar que esto siga, los maltratos físicos, la violencia familiar, la trata y tráfico de personas, las violaciones, las drogas, los abandonos, la ruptura de matrimonios crezcan cada día. Es nuestra responsabilidad como cristianos el formar nuevos hogares con prioridades celestiales genuinas, siendo nuestra principal meta obedecer a Dios, y amar a todos nuestros semejantes. Bien lo enseño nuestro Señor Jesucristo al enseñar la parábola del buen Samaritano. El Samaritano actúo no fue religioso, ni entendido, pero el si supo amar con el amor de Jesucristo que no te mira la cara ni te pregunta tu apellido, ni de que religión eres. Ese amor valiente que enfrenta esos prejuicios es el amor que anhelo mostrar, y que tú como mi hermano en Cristo puedas imitar y me ayudes a llevar a todos los que podamos este mensaje.
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